Este proyecto contemplaba tres aspectos:

– Soporte a la comunidad rural mediante ayudas específicas (herramientas, semillas, animales…).

– Compra de tierras para labrar, que se cedían a la cooperativa de agricultores para su explotación agraria; cada campesino tenía asignada una parcela de alquiler con el compromiso de ceder una parte de la cosecha al CDI (Centro de Desarrollo Infantil).

– Formación de campesinos por parte de técnicos cualificados.

Después de diferentes intentos de dinamizar la participación de los campesinos, el proyecto, que ha funcionado de manera irregular en función de la implicación de los afectados, fue clausurado durante el año 2011 y sus tierras vendidas.